Acto de sumisión a Santa María

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Juan Pablo II y el primado de Polonia
Juan Pablo II y el primado de Polonia

(8 de diciembre de 1953)

Santa María, Madre de Dios, te elijo como mi patrona, mi guía, mi protectora y mi madre.

Estoy firmemente decidido a no abandonarte nunca, a no decir ni hacer nunca nada contra ti. Nunca permitiré a nadie que empañe tu gloria.

Tómame como tu hijo y servidor, te lo suplico. Ayúdame en mi cuerpo y mi alma, reconfórtame en mi ministerio al servicio de los demás.

Me entrego a ti, María: soy tu esclavo, te consagro mi cuerpo y mi alma, mis bienes exteriores e interiores, el valor de mis obras, pasadas y futuras, te dejo plena libertad para disponer de lo que me pertenece, según tus designios siempre para la mayor gloria de Dios Todopoderoso, en el tiempo y la eternidad.

Quisiera, a través de ti, junto a ti, en ti y por ti, convertirme en esclavo de tu Hijo, hazme suyo así como yo me hice tuyo.

Ofrezco todos mis esfuerzos venideros, por mediación de tus manos inmaculadas, fuentes de gracia, para gloria de la Santísima Trinidad. Soli Deo.

No me abandones en mi trabajo cotidiano, oh María de Jasna Gora; muéstrame, en la hora de mi muerte, tu rostro purísimo. Amén.

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