María, Madre del Rosario

Revitalizar el amor a la Virgen en las nuevas generaciones

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Manos sosteniendo un rosario en oración como signo de devoción mariana.
El rosario: oración sencilla y profunda que une a las nuevas generaciones con María.

Para conectar a las nuevas generaciones con la devoción a la Virgen del Rosario, se pueden utilizar diversas estrategias que integren la tradición con la modernidad. Esto incluye la creación de contenido digital atractivo, la organización de eventos y actividades interactivas, y la adaptación de la oración del rosario a formatos más accesibles.

Uno de los desafíos que tenemos los creyentes actualmente, es amar a María y hacer que otros la amen, porque como dice el papa Francisco: «La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres».

Pero vivimos unos tiempos peculiares de bastante incultura religiosa en los que muchos bautizados no saben rezar ni el avemaría, con lo cual no es fácil valorar el amor a la Virgen; por eso, hay que desarrollar la creatividad para potenciar la presencia amorosa de María en nuestras vidas, para dar sentido a las situaciones cotidianas de nuestro vivir diario.

Revitalizar el amor a la Virgen María en las nuevas generaciones requiere creatividad, comprensión del contexto cultural actual y un enfoque pastoral auténtico y cercano. Sin ánimo de ser exhaustivos, proponemos breve algunas formas, medios y maneras concretas para hacer que la devoción a María no se sienta como algo frío o lejano, sino íntimo y transformador:

  • Fomentar rosarios vivenciales usando testimonios, música, momentos de silencio…
  • Usar el mundo digital: reels o tiktoks cortos, infografías, podcasts marianos, canales de YouTube que respondan dudas sobre María con claridad y profundidad.
  • Arte, música y cultura popular para conectar con el lenguaje emocional y estético de los jóvenes.
  • Peregrinaciones juveniles a santuarios marianos, locales o internacionales (como Fátima, Lourdes, Guadalupe).
  • Hacer de la devoción mariana algo natural en el hogar, rezando, por ejemplo, el mes de María en familia: altar en casa, oraciones diarias. Promover regalos marianos significativos (medallas, estampas, libros con arte contemporáneo).
  • Y, para terminar, una recomendación sine qua non dada la sensibilidad actual: no imponer, sino proponer. El lenguaje del amor, el arte y la experiencia personal es el más eficaz.

Y es verdad —y necesario— que debemos utilizar todos los medios válidos para dar a conocer y enseñar a amar a la Virgen, pero, aunque de entrada suene a poco moderno, un medio infalible para revitalizar el amor a la Virgen en las nuevas generaciones es acercarnos a san José, porque fue el mejor padre, el mejor amigo y el mayor protector de la Virgen.

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