Por Juan Ignacio Serrano y Raquel Toldos, delegados de Pastoral Familiar, Diócesis de Ávila
La familia es uno de los temas principales que el papa Francisco trata cuando habla a todos los católicos. En este artículo queremos ofreceros un elenco de textos dirigidos al matrimonio y a la familia desgranados a lo largo de estos 10 años de su pontificado y extraídos de sus alocuciones, homilías y discursos.
No incluiremos aquí lo dicho en la exhortación apostólica sobre la familia; nos limitaremos a las alocuciones en que habla de ella. El enfoque de la familia y el matrimonio por parte del papa es pastoral, no doctrinal. A Francisco no le interesa ajustar la realidad de las familias a un concepto ideal: parte de la realidad y vuelve a ella. Todas sus palabras pretenden ser una ayuda a las familias tal como son.
2013
A las familias peregrinación a Roma
Para sacar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Tres palabras: permiso, gracias, perdón. ¡Tres palabras clave! Pedimos permiso para ser respetuosos en la familia. «¿Puedo hacer esto? ¿Te gustaría que hiciese eso?». Con el lenguaje de pedir permiso. ¡Digamos gracias, gracias por el amor! Pero dime, ¿cuántas veces al día dices gracias a tu mujer, y tú a tu marido? ¡Cuántos días pasan sin pronunciar esta palabra: Gracias! Y la última: perdón: Todos nos equivocamos y a veces alguno se ofende en la familia y en el matrimonio, y algunas veces —digo yo— vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no acaben la jornada sin hacer las paces.
2014
Discurso a las parejas de novios que se preparan para el matrimonio
Queridos novios, vosotros os estáis preparando para crecer juntos, construir esta casa, vivir juntos para siempre. No queréis fundarla en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor auténtico, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa, que sea espacio de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Como el amor de Dios es estable y para siempre, así también el amor que construye la familia queremos que sea estable y para siempre.
2015
Santa misa para las familias 27 de diciembre
Qué importante es para nuestras familias caminar juntos para alcanzar una misma meta. Sabemos que tenemos un itinerario común que recorrer; un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. ¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que bendecir a sus hijos al comienzo de la jornada y cuando concluye? Hacer en su frente la señal de la cruz como el día del bautismo. ¿No es esta la oración más sencilla de los padres para con sus hijos?
2016
Viaje apostólico a México (12-18 de febrero)
Es cierto, vivir en familia no siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso, pero creo que se puede aplicar a la familia lo que más de una vez he referido a la Iglesia: prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia y sociedad enferma por el encierro o la comodidad del miedo a amar. Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort.
2017
Discurso a los participantes de la Federación Europea de Asociaciones Familiares Católicas
Sigue siendo actual que la familia es la base de la sociedad y la estructura más adecuada para garantizar a las personas el bien integral necesario para su desarrollo permanente. La familia es la relación interpersonal por excelencia porque es una comunión de personas. Conyugalidad, paternidad, maternidad, filiación y fraternidad hacen posible que cada persona entre en la familia humana. El modo de vivir estas relaciones está dictado por la comunión, verdadero motor de humanización y evangelización.
2018
Viaje apostólico a Irlanda para el IX Encuentro Mundial de las Familias (25-26 de agosto)
Queridas familias: ¿Qué aspecto tendría la Iglesia sin vosotras? Una Iglesia de estatuas, una Iglesia de personas solas… Escribí la exhortación Amoris laetitia sobre la alegría del amor para ayudarnos a reconocer la belleza y la importancia de la familia, con sus luces y sus sombras, y he querido que el tema de este Encuentro Mundial de las Familias fuera «El evangelio de la familia, alegría para el mundo». Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo.
2019
Ángelus, 29 de diciembre
María, José, Jesús: la Sagrada Familia de Nazaret que representa una respuesta coral a la voluntad del Padre: los tres miembros de esta familia se ayudan mutuamente a descubrir el plan de Dios. Rezaban, trabajaban, se comunicaban. Y yo me pregunto: ¿tú, en tu familia, sabes cómo comunicarte? Debemos reanudar el diálogo en la familia: padres, madres, hijos, abuelos y hermanos deben comunicarse entre sí…
2020
Apertura del Año de la Familia
Apoyemos a la familia, defendámosla de todo lo que comprometa su belleza. Acerquémonos a este misterio del amor con asombro, discreción y ternura. Y comprometámonos a salvaguardar sus preciosos y delicados vínculos.
2021
Carta con ocasión del año «Familia Amoris laetitia»
La vocación al matrimonio es una llamada a conducir un barco incierto —pero seguro por la realidad del sacramento— en un mar a veces agitado. Cuántas veces, como los apóstoles, sienten ganas de decir o, mejor dicho, de gritar: «¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?» (Mc 4,38). No olvidemos que a través del sacramento del matrimonio Jesús está presente en esa barca.
2022
Discurso a la Federación de Asociaciones de Familias Católicas
La pandemia ha puesto de relieve otra pandemia, más oculta, de la que se habla poco: la pandemia de la soledad. Si muchas familias se han redescubierto a sí mismas como iglesias domésticas, también es cierto que demasiadas familias han experimentado la soledad, y su relación con los sacramentos a menudo se ha vuelto puramente virtual. Las redes de familias son un antídoto contra la soledad.
2023
Vaticano, 6 de enero
Queridos padres, gracias por traer aquí a sus hijos para hacerlos entrar en la Iglesia. Esto es bueno, porque no olvidamos cuando fuimos bautizados. Es como un cumpleaños, porque el bautismo nos hace renacer a la vida cristiana. Por esto les aconsejo que enseñen a sus hijos a recordar la fecha del bautismo como un nuevo cumpleaños; que todos los años lo recuerden y agradezcan a Dios por esta gracia de haberse convertido en cristianos