Una causa que empieza a ser preponderante
Se cumplen 40 años desde que el caso Roe vs. Wade legalizó el aborto en Estados Unidos. Al poco tiempo, otro caso, el Doe vs. Bolton, hizo que se autorizase en todos los meses del embarazo. Según Life News se han producido 55.772.015 abortos en dicho país desde entonces.
A comienzos de 1970, Norma McCorvey alegó que había sido violada por una pandilla y estaba embarazada. Las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee, recién graduadas de la Facultad de Leyes de la Universidad de Texas, necesitaban una «cliente» para poder atacar la ley que desde hacía 100 años prohibía el aborto en Texas. Ellas convencieron a Norma de que debería procurar un aborto en lugar de tramitar la adopción para su bebé.
El caso fue objeto de litigio sucesivas veces hasta llegar a la Corte Suprema. El día 22 de enero de 1973, la Corte Suprema de los EE. UU. encontró que la ley de Texas era inconstitucional y decidió que el derecho a la privacidad era “lo suficientemente amplio para incluir la decisión de una mujer si desea o no desea abortar su embarazo”.
Treinta años después, ¡sorpresa!: Norma McCorvey, se pasa al frente pro-vida y reniega de todo su pasado; tras unos pocos años como protestante cristiana renacida, se ha convertido al catolicismo y ha fundado un grupo antiaborto llamado Roe no more (Roe nunca más).«Todo cambió cuando me convertí al cristianismo». “Simplemente entendí que no se puede tomar la vida de un niño y matarlo, eso no es para los que creemos en Dios. La primera vez que fui a la iglesia, sentí que tenía que renegar de todo aquello.”
Durante años, McCorvey permaneció en el anonimato. Para los grupos proaborto, ella era una heroína; para el frente provida, el símbolo de la degradación del país. En 1987, desveló que era Jane Roe. Admitió que realmente no había sido violada y que el padre de su bebé era una persona a la que ella conocía y había pensado que quería. El relato de los pandilleros que la violaron era mentira. No obstante, escribió un libro y se volcó activamente en la defensa del derecho legal al aborto que ella había conseguido para todas las americanas. Incluso trabajó en clínicas abortivas como consejera.
En ese tiempo, según cuenta ahora, intentó varias veces suicidarse y se dio a las drogas por el cargo de conciencia de haber sido la causa de «la pérdida de tantas vidas». A principios de los 90, comenzó a desilusionarse de las campañas y de la clínica; no soportaba la presión de todas las mujeres que se le acercaban a darle las gracias por haber hecho posible que ellas pudieran abortar.
En 1995 Norma dio un giro radical a su vida. Se bautizó y se unió a un grupo cristiano antiaborto llamado Operación Rescate. Más tarde, ingresó en la Iglesia Católica. Decidió abjurar de todo lo que había sido en las últimas cuatro décadas. Incluso de su lesbianismo. Norma ha vivido durante 30 años con Connie Gonzales, hasta que las dos se convirtieron al catolicismo. “Soy ex lesbiana, ex pro-abortista, ex Jane Roe”, dijo Norma en un documental.
Como justificación de sus años de activismo pro-aborto, asegura que fue manipulada por “abogadas ambiciosas” que utilizaron a una chica desesperada para hacerse famosas y conseguir sus propósitos, y que después la abandonaron.
En 1969, las abogadas Weddington y Coffee la convencieron para que denunciara al fiscal de Dallas, Henry Wade, y luchara por su derecho a abortar en Texas. Y así nació Roe contra Wade: según Norma, “un cúmulo de mentiras”. Dijo que la habían violado con la intención de que la Justicia fuera más rápida en su caso. Años después confesó que no era cierto: su embarazo fue fruto de “una simple aventura”. “Ahora aconsejo a mujeres desesperadas, afirma. Mi misión en la vida es ayudarlas y evitar que aborten. En cualquier supuesto, el aborto sigue siendo un asesinato”.
Norma McCorvey no es la única que ha cambiado. Aunque, según las encuestas, un gran número de norteamericanos no quiere que haya marcha atrás, los portavoces de las asociaciones abortistas dicen estar perdiendo la batalla. Una sentencia que invalide el derecho al aborto a escala nacional puede estar cada vez más cerca.
«PRO-LIFE» VS. «PRO-CHOICE»
El punto de vista de Planned Parenthood, la más importante organización multinacional –y multimillonaria- a favor del aborto en todo el mundo, puede expresarse así: “El derecho a tomar decisiones en cuanto a cuándo ser madre, ha dado a mujeres oportunidades educacionales y profesionales que estaban fuera de su alcance antes de la decisión Roe”.
Por eso presume que en 1992, la Corte Suprema de los Estados Unidos dijo que “la capacidad de controlar su vida reproductiva ha dado a las mujeres la capacidad de participar en la economía y vida social de la Nación a un nivel igual que los hombres.”
La maternidad es vista por el feminismo radical y por la ideología y el negocio del antinatalismo como un obstáculo para la realización de la mujer. Como al parecer la naturaleza sexuada de ésta y la posible maternidad que ella determina resultan ser un estorbo para competir con el hombre por el éxito en la vida pública y por el placer sexual sin consecuencias ni compromisos, se ha acuñado una nueva ideología, la “ideología de género”, según la cual ser mujer u hombre no depende de la constitución biológica y psicológica del ser humano, sino que significa lo que se desee. Desde luego, y principalmente, no tiene por qué implicar una maternidad no elegida.
Frente a la maternidad, que supone la apertura a la vida, el feminismo radical reclama para “las mujeres” (no se puede hablar ya de “la” mujer, puesto que se sugeriría la existencia de una naturaleza constitutiva y determinante) el “derecho a elegir”. Por eso, la batalla mediática se plantea en los términos «pro-life» (pro-vida) contra «pro-choice» (pro-decisión). La civilización de la muerte se disfraza de lucha por la libertad.
EL MOVIMIENTO PRO- VIDA: JOVEN, ELOCUENTE Y EN EXPANSIÓN
Terrence McKeegan escribe para la agencia Friday Fax, promovida por el Catholic Family and Human Rights Institute (C-FAM), que sin embargo las cosas están cambiando en Estados Unidos, donde tradicional- mente había recibido el mayor impulso la ofensiva internacional contra la vida.
Efectivamente, importantes manifestaciones en Washington D.C. y en San Francisco, recientemente realizadas, han mostrado al mundo el nuevo rostro del movimiento pro-vida: “joven, elocuente y en rápida expansión”.
Así, señala el articulista, “tras una reciente encuesta que reafirmó que la mayoría de los estadounidenses se identifica ya como pro-vida, cientos de miles de manifestantes se reunieron el lunes en la capital de Estados Unidos para protestar en contra del fallo de la Corte Suprema estadounidense que legalizó el aborto a petición.
La Marcha por la Vida de este año fue notable por sus destacados oradores, entre quienes se encontraba el brillante senador Marco Rubio, de Florida: “En este día recordamos el trágico fallo Roe vs. Wade, por el que la Corte Suprema determinó que la protección y los derechos fundamentales no se aplican a los no nacidos”, dijo Rubio. “Al hacerlo, añadió, la Corte rechazó la verdad de que todos nuestros derechos se derivan del evidente y fundamental derecho a la vida”.
Se da el hecho de que el joven senador Rubio, de origen cubano, fue el principal antagonista que, desde la bancada del Partido Republicano, respondió al Presidente Obama en el Debate sobre el Estado de la Unión el pasado 12 de febrero.
En el oeste, San Francisco, una de las ciudades más liberales del mundo, recibió a más de cincuenta mil personas que caminaron 4 kilómetros a lo largo de la costa en la marcha pro-vida más grande realizada fuera de Washington D.C. Unos días antes en París, Francia, otros cincuenta mil manifestantes marcharon para defender la vida en gestación, acompañados de cuatro obispos católicos.
En Washington D.C., la fundación Gerard honró a seis personas u organizaciones; entre ellas estaban Jeanne Head, representante ante la ONU del Comité Nacional por el Derecho a la Vida, y Alveda King, sobrina del líder de los derechos civiles Martin Luther King.
“Cuando me enteré de que la ONU estaba siendo utilizada para promover el aborto en todo el mundo, no había alternativa”, dijo Jeanne Head en su discurso de agradecimiento. “Descubrí que tenía que hacer más, que podía hacer cosas que jamás pensé que fueran posibles. Descubrí que, armada sólo de compasión y de verdad, podía influenciar a diplomáticos, ministros y embajadores para que hicieran lo correcto: abrazar la vida”.
Alveda King se ha convertido en una activa militante de los derechos civiles y del derecho a vivir. Encarna la creciente atención prestada al hecho de que la industria del aborto apunta a los afroamericanos, práctica a la que King y otros líderes de raza negra llaman «genocidio negro».
UNA NUEVA MAYORÍA… QUE CRECE
En los últimos años, datos arrojados por encuestas fiables mostraron un impresionante y progresivo vuelco de la postura «pro-choice» hacia la postura «pro-vida». Un sondeo recientemente publicado por Fox News muestra un giro del 20% en los últimos trece años. La encuestadora Gallup dice que la posición pro-vida es la «nueva normalidad»: cada vez hay menos jóvenes, revela, interesados en las posturas radicales defendidas por NARAL, Planned Parenthood, NOW y otras poderosas organizaciones abortistas. Además, desde 2009, los contrarios al aborto son ya mayoría: el 51% frente al 42% «pro-choice». En 2012, estos últimos han bajado al 41%.
En este último sondeo, por lo demás, hay datos muy interesantes: los jóvenes de entre 18 y 34 años son el grupo donde más ha caído la postura «pro-choice», del 53% en los años 2001-2008, al 46% entre 209 y 2012. Entre los menores de 18 años, el 53 % se declara provida y el 33% «pro-choice», entre los universitarios, el 49% se define provida, y el 41% «pro-choice», y entre los recién licenciados, el 53% es provida y el 45% «pro-choice ». La portada del 14 de enero de la revista Time es todo un reconocimiento a la labor del movimiento a favor de la vida en EE UU. «Hace cuarenta años, los activistas por el derecho al aborto ganaron una batalla épica con Roe & Wade. Han estado perdiendo desde entonces», dice literalmente.
Nancy Keenan, presidenta de NARAL Pro-Choice, acaba de presentar su dimisión y ha pedido que alguien venga a renovar el impulso que su organización está perdiendo. Keenan no ocultaba su asombro a una periodista de Newsweek cuando vio desfilar a la muchedumbre en la Marcha por la vida celebrada el 22 de enero de 2010 en Washington: “Lo único que pensé fue: ¡Madre mía, son tantos y tan jóvenes!”. Frente a los más de 400.000 manifestantes a favor de la vida, la marcha «pro-choice» no logró convocar ese mismo día a más de cien personas.
Otras mujeres líderes como Emily Buchanan, directora de la organización provida Susan B. Anthony List, Kristan Hawls, que ha puesto en marcha más de 675 grupos universitarios en todo el país, Lila Rose, que fundó con 15 años Live Action y puso contra las cuerdas a la todopoderosa Planned Parenthood, o Abby Johnson, que fue directora de una clínica abortista y hoy milita entre los provida, están alcanzando cotas de popularidad inusitadas dentro y fuera de EEUU, mostrando que no se deben identificar los legítimos derechos de la mujer con la opción por el aborto.
Así mismo hay personajes famosos que se han declarado abiertamente contrarios al aborto, sin complejo alguno. Jack Nicholson, en declaraciones a distintos medios de Estados Unidos, ha contado que su madre le concibió cuando era tan sólo una adolescente y que recibió numerosas presiones para que abortara. Sin embargo, ella decidió seguir adelante y tener al bebé, al que más tarde se llamaría Jack: “Estoy decididamente contra el aborto, además no podría asumir otra postura porque sería hipócrita, ya que si mi madre hubiera aceptado el aborto, estaría muerto, no existiría». También Eduado Verástegui, Jim Caviezel, Justin Bieber, Martin Sheen, Andrea Bocelli o Martín Valverde, entre otros muchos, se han expresado recientemente a favor de la vida.
Aun así, los pro-vida saben que están lejos de vencer. Roe vs. Wade todavía es ley y muchos estadounidenses aún se muestran recelosos sobre su anulación. Pero sin duda algo está, por fin, cambiando.
NO SÓLO “A LA CONTRA”: INICIATIVAS POSITIVAS POR LA VIDA
Al mismo tiempo que van creciendo las restricciones legales al aborto en diversos Estados de la Unión, el movimiento a favor de la vida está impulsando con gran éxito una red de centros de apoyo a las mujeres embarazadas. El fenómeno es de tal magnitud que el New York Times, cuya línea editorial defiende el derecho al aborto, no ha tenido inconveniente en dedicarle un amplio reportaje el 4 de enero último. En este reportaje se señala que los centros de embarazo ganan en popularidad, puesto que acogen de forma sumamente humana y ofrecen ayuda real a mujeres en situaciones de crisis: pruebas de embarazo y ecografías gratuitas, clases preparatorias para el parto, ropa, comida, ayudas económicas y laborales… De hecho se han abierto unos 2.500 centros, frente a las 1.800 clínicas abortistas, y poco a poco van llegando subvenciones oficiales en muchos Estados, aunque se sostienen principalmente con aportaciones particulares.
EL CASO ESPAÑOL: HABRÁ QUE ESPERAR (Y ACTUAR)
Es de esperar que el cambio en Estados Unidos marque tendencia. Pero por el momento, la ONU y otros organismos internacionales siguen impulsando el neomaltusianismo -aquello de que ‘hay que impedir que los pobres tengan hijos’ para que no sigan sustrayendo a los ricos la riqueza del planeta (cfr. Estar, nº 269, junio 2012)- y hacen avanzar el frente antinatalidad por todo el mundo, como una supuesta estrategia contra el agotamiento de los recursos, la superpoblación y el empobrecimiento general.
Una parte importante de esa estrategia es la ofensiva directa contra la familia natural, compuesta por padre, madre e hijos, es decir, basada en el matrimonio. El Tribunal Constitucional (TC) español ha emitido una decepcionante sentencia que declara constitucional la Ley socialista de 2005 por la que se reconoce a las uniones homosexuales como matrimonios, pero que, sin embargo, deja la última decisión en el legislador.
La duda surge cuando se ve al partido en el gobierno acorralado por tantos frentes y con pocas ganas de actuar de acuerdo con sus promesas iniciales.
El Presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, una de las voces más diáfanas y valientes hoy a favor de la familia y de la vida en España, en carta abierta al presidente del Gobierno Mariano Rajoy, resalta que el TC no ha dicho que la Constitución Española exija el mal llamado «matrimonio homosexual», sino que son los legisladores los que deben decidir al respecto. La sentencia afirma que la opción legislativa de 2005 es “constitucional”, pero, señala Blanco, “tan constitucional como la vigente hasta ese año. Es decir, según el Tribunal Constitucional, corresponde al legislador decidir en esta materia”.
El caso es que el partido en el gobierno tiene en estos momentos mayoría absoluta en las Cámaras. Por lo tanto, de él depende reservar el matrimonio para la unión hombre-mujer.
ANTE UNA SENTENCIA PROFUNDAMENTE INJUSTA
Entre tanto, el Instituto de Política Familiar ha alertado de la situación dramática de la natalidad española, y asegura que el país necesita 280.000 nacimientos más de los que se registran al año para lograr el nivel de reemplazo generacional. El índice de fecundidad español (1,36) ocupa uno de los últimos lugares de la Unión Europea y se encuentra muy alejado de la media de estos países (1,57) y del nivel de reemplazo generacional (del 2,1).
Pero buena parte del mal se encuentra en las estructuras intelectuales, judiciales, y políticas. Prueba de ello ha sido también la reciente sentencia de la Audiencia de Barcelona que absuelve a todos los inculpados por abortos ilegales en el ‘caso Morín’ -Carlos Morín practicó centenares de abortos a mujeres en avanzado estado de gestación; la sentencia considera el aborto un derecho- ha provocado una gran indignación. La fiscalía pedía para él 273 años de prisión por practicar 89 abortos ilegales a mujeres en avanzado estado de gestación en sus clínicas de Barcelona. Sin embargo, la sentencia le ha absuelto.
El presidente del Foro de la Familia ha reflexionado también abiertamente y de forma muy luminosa al respecto. Para la Audiencia provincial de Barcelona, ha manifestado Benigno Blanco, “si de aborto se trata, todos los límites y restricciones legales son ‘pelillos a la mar’.” Por obra de esta sentencia, el aborto se ha convertido «en una isla de impunidad a la que no se aplica la ley», y una «manifestación muy preocupante de la profunda crisis del Estado de Derecho en España», añade.
Conviene, pues, advierte Benigno Blanco, «que el ministro de Justicia tenga muy presente esta sentencia a la hora de redactar la nueva legislación que ha comprometido en materia de prácticas abortistas si de verdad quiere hacer una ley seria y que sirva para algo».
Durante muchos años, la industria del aborto en España se ha aprovechado de la laxitud de los gobernantes de todo signo que han permitido un espeluznante fraude de ley. La Ley del aborto promulgada por el Gobierno de Zapatero en 2011 ha agravado un problema ya preexistente, generado por la Ley del 85, pues al desproteger aún más al no nacido y a la mujer embarazada propicia una mayor banalización del aborto en la conciencia colectiva y el incremento del número de estas prácticas.
Pero entre una oleada creciente de “abortos legales” – más de 118.000 se registraron en España durante el año 2011, y el consumo de la píldora del día siguiente se ha disparado exponencialmente al mismo tiempo-, Blanco aprecia no obstante una «positiva recuperación en la conciencia social del aprecio a la vida del no nacido (como) ponen de manifiesto realidades tan estupendas como el despliegue por toda España de la RedMadre de voluntariado de apoyo a las embarazadas», así como «las masivas manifestaciones en apoyo a la mujer, la vida y la maternidad como la celebrada en Madrid en 2009 con más de un millón de personas en la calle», subraya.
En una alusión expresa al Partido Popular, hoy en el poder, el presidente del Foro de la Familia señala que «mientras los tribunales se rinden ante el aborto, la sociedad española reacciona cada vez con más fuerza en defensa de la vida. Confiemos en que el Gobierno se sume a lo mejor del esfuerzo social», concluye finalmente.
Algo empieza a cambiar en EE. UU… Tras 40 años de constancia y tenacidad por parte de unos pocos, la causa a favor de la vida se va abriendo paso. Pero en España y en otros países la luz al final del túnel se ve aún muy lejana. Se hace imprescindible una activa toma de posición por parte de una sociedad hasta ahora bastante tímida y apocada al afrontar la defensa de la vida y la dignidad de la vida humana.
Tal vez sea este el momento de que los ciudadanos católicos, exigidos por su fe, -pero también muchos otros de buena voluntad- se decidan a estar presentes y a mostrarse creativos y animosos en los escenarios en los que se está decidiendo nada menos que la esperanza para todo un pueblo y para la misma humanidad.