Por Paloma María Miralles
Estaremos de acuerdo en una cosa, por lo menos. El ser humano está hecho para la comunicación, desde que nacemos. Ayer nació Rubén y ¿qué fue lo primero que hizo? ¡Llorar, claro! Si llega a decir lo que piensa lo mismo no nos hubiera parecido tan mono, jeje.
Especializarnos en la comunicación viene después. Y el primer ejemplo es el de casa, como siempre. Después, demasiado poco después, viene el WhatsApp y las demás redes sociales. Y como no hayas aprendido las reglas y los códigos, vienen los problemas.
Todos nosotros hemos sentido la necesidad y las ganas de compartir una noticia, un pensamiento, una vivencia… con los de mi alrededor, con mi familia, con un conocido (o desconocido) ocasional…, y lo intentamos hacer lo mejor que podemos, con más o menos lujo de detalles según lo que queramos transmitir o a quién va dirigido. Las relaciones personales presenciales las teníamos más o menos «controladas».
Pero hoy día hay un nuevo lugar, real, la Red. Que no sólo es un instrumento. Como decía, es un lugar habitado, en el que tenemos que aprender a comunicarnos.
La presencia, o no, en las Redes Sociales es una cuestión muy discutida por una gran parte de personas que no han crecido con ellas y no ven su utilidad y, mucho menos, la necesidad de «perder» su tiempo en estos lares.
Ahí es donde empezamos a tener opiniones diferentes, y a no estar tan de acuerdo en todo. Yo os cuento mi opinión y experiencia.
Creo que el Continente Digital, como tal, existe. Es un lugar habitado por millones de personas, y allí donde hay personas, los cristianos tenemos que salir al encuentro… «Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda criatura» (Mc 16,15), ¿recordáis? Pues la Red es parte del mundo (un continente, de hecho) y tenemos que estar.
Para la Iglesia el primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente cristiana… (Evangelii nuntiandi, n.41). Los contenidos no evangelizan de modo auténtico sin nuestro testimonio explícito del amor de Dios en la Red. Pero además, tan significativo como el testimonio personal, es el testimonio comunitario. Una comunidad de testigos, acogedora y abierta, capaz de acompañar hacia Cristo a los que se acercan, tiene mucho más fuerza e impacto para iEvangelizar que los proyectos personales aislados.
Para estos objetivos, no hace falta ser expertos en comunicación, pero sí en virtudes… La soberbia, la división y las críticas sin caridad entre cristianos, provocan un escandaloso espectáculo que engendra escepticismo y, a veces, hasta ateísmos. Construir Iglesia, pedir y trabajar la comunión, es una urgencia si queremos ser apóstoles de Cristo, y no esclavos del Malo que divide también en la Red.
iEvangelizar exige abrirse al diálogo con una actitud humilde a todos, no sólo a aquellos que acogen la fe de buen grado, también a quienes la desconocen o están más alejados. Perseguir solo el tener más seguidores, amigos, visitas… es una forma de idolatría. Debemos estar alerta para no dejarnos atrapar por la fascinación del medio.
Estos tres últimos párrafos los he sacado, añadiendo alguna cosa, del Decálogo para la Evangelización en Internet de IMISIÓN. Y es que IMISIÓN trata de dar respuesta a esa llamada de «Id y anunciad el Evangelio», y está formada por católicos de distintos movimientos, congregaciones, familias religiosas… de todos los estados de vida: laicos, consagrados y sacerdotes, que compartimos una misma inquietud y llamada: evangelizar en Internet.
La Iglesia […] no está llamada solamente a usar los medios de comunicación para difundir el Evangelio sino, sobre todo hoy más que nunca, a integrar el mensaje de salvación en la «nueva cultura» que estos poderosos medios crean y amplifican. La Iglesia advierte que el uso de las técnicas —y tecnologías de comunicación contemporáneas— forman parte de su propia misión en el tercer milenio (Juan Pablo II, El rápido desarrollo, 2005, n.2).
Por eso, los iMisioneros no buscamos tener éxito personal sino dar los frutos del Reino. La iEvangelización tiene su punto de partida en el mundo digital, pero intenta traspasar sus fronteras y provocar el encuentro en el mundo presencial. La iEvangelización se verifica, se purifica y se potencia con el encuentro presencial. Los iMisioneros vivimos en permanente búsqueda de los lenguajes que puedan interpelar hoy el corazón humano y anunciar a Cristo. Para esto los iMisioneros necesitamos una vivencia responsable de la fe y una formación continuada en el ámbito de la comunicación y las nuevas tecnologías.
Para todo esto celebramos un evento anual que favorezca la creación de sinergias y la formación. En 2014 fue el iCongreso, en 2015 la iParty, en 2016 la iJornada y en 2017 el II Congreso Internacional de iMisión. Pues buscamos establecer lazos que fortalezcan nuestra comunión eclesial, favorecer el encuentro digital y presencial, apoyarnos unos a otros.
Dada la constante evolución de Internet es necesaria una formación continuada que nos ayude a encarnar en este ámbito el anuncio del Evangelio. Existe un canal en YouTube en el que están colgados todos los videos de las ponencias y los talleres que se han ido realizando. Hay mucho y muy bueno. Se aprende y se te quitan miedos y prejuicios sobre este mundo.
Yo empezaría viendo el «Vídeo mensaje de Mons. Celli al iCongreso 2014» y también el vídeo «Iglesia y Evangelización en el Continente Digital» de Gustavo Entrala-iMisión YouTube (de Gustavo Entrala vería todos los vídeos seguidos, es «un máquina»). De ahí, poco a poco, miraría los títulos e iría viendo algún taller, algunos muy básicos para empezar, otros más avanzados, pero todos muy prácticos para aprender.
Las Redes Sociales pueden dar miedo, incertidumbre, pereza o te pueden dar igual. También se puede exagerar y ser adicvo a ellas. Nada de esto es bueno. Las Redes Sociales son un mundo por descubrir y un mundo para Evangelizar, como nuestro hogar, nuestro lugar de trabajo, el cole de los niños, la Universidad… Es un mundo que exige sacar lo mejor de nosotros mismos saliendo al encuentro de aquel que lo necesite.
Necesitamos formación (mayores y pequeños) y la necesitamos ya. Porque si no nos formamos, los padres viviremos fuera de un continente que existe, que está ahí y que serán otros los que se lo descubran a nuestros hijos mientras nosotros no nos enteramos de nada. Chicos, el Continente Digital está ahí para dar lo mejor a los demás, no para buscarse uno mismo… Todos tenemos que formarnos y en IMISIÓN estamos empeñados en llevarte la formación muy cerca de ti, a un clic.
@PalomaMariaMV