El II Encuentro Laicos en Marcha que estos días tiene lugar en Móstoles (Madrid), como bien conocen nuestros lectores, es una iniciativa del Instituto Secular Cruzados de Santa María y la Delegación de Apostolado Seglar de la diócesis de Getafe, con el fin de impulsar una efectiva movilización del laicado católico en nuestra sociedad.
En su mayor parte se dan cita jóvenes y familias que sintieron en su día la llamada a la movilización del laicado a la que animaba el siervo de Dios Tomás Morales S.J. Están invitados igualmente todos aquellos fieles laicos que sientan el deseo de vivir su cristianismo de una forma activa en medio de nuestra sociedad.
El objetivo del Encuentro es crear un espacio de convivencia para compartir experiencias personales y asociadas dentro del ámbito de la evangelización de nuestra sociedad, como laicos insertos en el mundo. Quiere ser también un punto de encuentro para futuras colaboraciones e iniciativas evangelizadoras. Se trata de vencer al mal con mayor abundancia de bien.
Pero también es una provocación a nuestra propia vivencia de la fe, un impulso, un reto, una llamada entusiasta. Hoy sólo se puede anunciar a Dios si se tiene dentro de sí una sólida identidad cristiana. Quizá nuestro lenguaje parece a veces incoloro e insípido, porque no estamos todavía suficientemente convencidos de la hermosura de la fe y del gran tesoro del que somos portadores, y nos dejamos fácilmente aplastar por un ambiente demoledor, sumamente manipulable y manipulador. Es preciso mantenerse firmes y entusiastas en medio del temporal que arrecia. Si ponemos nuestra confianza en el Señor y en nuestra Madre la Virgen María saldremos fortalecidos y nuestra fe servirá de faro en un mundo anegado por el odio, la trivialidad y el desencanto.
Jesús nos habla en el evangelio de San Mateo de la importancia de edificar nuestra vida sobre roca, algo que sentimos con una especial necesidad en el mundo en que vivimos, cambiante y no pocas veces tumultuoso y hostil. Una sensación que no es nueva. El Encuentro Laicos en Marcha, presenta justamente como consigna para este tiempo nuestro «Edificados sobre roca«.
El primer libro de Abelardo de Armas, un laico que se ha convertido en referente para muchas generaciones de bautizados y con cuyo homenaje se da comienzo al Encuentro, se titulaba Rocas en el oleaje. El lema del Encuentro hace referencia a esa publicación y rescata sus llamadas a cimentar nuestra vida firmemente en los principios inconmovibles del Evangelio.
Es la misma idea que recoge el lema de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid el próximo año: ‘Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe’. A ella quiere hacer también referencia el escogido para nuestro encuentro, para que sirva especialmente para los jóvenes, como preparación para vivir esta extraordinaria experiencia eclesial con el papa Benedicto XVI.
Se ha desatado un huracán de crístofobia en numerosas partes del mundo. Sin embargo, los católicos siguen aumentando en número. Como nuestros mártires. Es preciso que crezcamos también en ansias de santidad y de autenticidad. No se trata de ser perfectos. Se trata de… no cansarse nunca de estar empezando siempre. Que Santa María, en este mes de mayo, nos ayude a vivir así, agradecidos, humildes, pero firmes, edificados sobre roca.