Por Damián del Águila
1. Rasgos fundamentales de nuestra pedagogía educadora.
Pedagogía integral
Educación integral es aquella que es capaz de poner unidad en todos los aspectos de la vida de una persona y potenciarlos.
Porque asumimos que «todo lo humano encuentra su plenitud en Cristo»; el cultivo de la inteligencia, la voluntad, la afectividad, la sociabilidad, la vida interior y la expresión corporal forman parte de nuestra pedagogía, siempre abierta a la promoción de los valores humanos y sobrenaturales.
Pedagogía personalizadora
En ella se da primacía a la persona, por eso está orientada al ser humano antes que a la actividad o a los resultados.
Cifrada en el amor auténtico: solo educa el que ama, el que busca el bien de cada educando de forma desinteresada. Este amor, es el que centra la labor orientadora y de acompañamiento del educador.
Pedagogía exigente y misericordiosa
Fomentando la aspiración a los ideales más nobles, luchando por dar lo mejor de sí mismo, por vencer las propias inclinaciones: pereza, inconstancia…
Saberse amado y perdonado personalmente por Dios permite hacer de las propias limitaciones un recurso para la mejora personal, un motivo poderoso para seguir aspirando a dar lo mejor de uno mismo.
2. Rasgos característicos de la etapa de los 9 a los 12 años
Aspecto psicomotriz
A estas edades, los niños ya saben expresarse adecuadamente, pueden practicar cualquier deporte y tienen gusto por la actividad, por las manualidades.
Aspecto psicosocial
Son capaces de relacionarse, necesitan unas normas exteriores bien definidas. No son flexibles ante las normas, no entienden que a dos niños se les exija algo de forma distinta.
Son muy idealistas y tienden con facilidad al bien común.
Van teniendo una autonomía progresiva respecto a sus padres.
Aspecto cognitivo
Su nivel de abstracción es muy limitado. No precisan con exactitud el tiempo histórico.
3. Implicaciones educativas de estos aspectos en algunas actividades del campamento
Charlas y talleres
Las charlas deben ser interactivas, en las que los niños intervengan y en su medida las vayan «haciendo».
Los talleres de distintos ámbitos permiten que los niños se ilusionen con un hobby o con una futura dedicación profesional.
Castigos y premios
Los castigos y los premios deben ser inmediatos, si no no serán muy educativos, ya que tienen poca perspectiva temporal. Que vean utilidad en el castigo.
Saber conjugar premios y castigos por difícil que parezca.
Tanto castigos como premios deben tender a reforzar los valores del niño.
El juego y lo lúdico
La motivación de cada actividad es muy importante en el niño, por eso hay que dedicar tiempo previo para preparar estos momentos y conseguir que todos participen.
Formación espiritual
Es la etapa de la iniciación cristiana, enseñando oraciones e iniciándolos en el amor a Jesús y María aprovechando, entre otras cosas, los momentos de silencio.
La música
Cantar juntos contribuye en gran medida a la unidad.
Si los temas están bien elegidos se genera un ambiente de alegría que se extiende a otros momentos del día.
Fuegos de campamento
Las representaciones de teatro, las actuaciones musicales, los chistes, tienen una capacidad integradora importante pues todos pueden aportar algo por muy sencillo que sea. Descubrir en cada uno lo que puede aportar al conjunto.
El deporte
El trabajo en equipo que se logra mediante el esfuerzo, la superación y el desarrollo del espíritu de mejora.
Con el deporte también se busca el fomento de la autovaloración y el respeto.