Por equipo pedagógico Ágora
La Colonia Güell es una pequeña colonia industrial situada en Santa Coloma de Cervelló (Barcelona). Ocupa unas 160 hectáreas. Comenzó a formarse en 1890 por iniciativa del empresario Eusebi Güell, que trasladó allí su industria textil, ubicada hasta entonces en la capital.
Güell pensó en situar cerca de la fábrica las casas de los trabajadores, procuró mejoras sociales para ellos y ejerció como mecenas. Así, dotó a la Colonia de equipamientos sociales, culturales y religiosos, e incorporó la corriente modernista a las nuevas construcciones.
Además de las fábricas, disponía de hospital, botica, fonda, escuelas, comercios, teatro, cooperativa, guardería infantil, instalaciones deportivas e iglesia, junto con las viviendas de los obreros. Estas, dotadas con jardín y un pequeño huerto, y de una o de dos alturas según aquellos fueran a vivir con su familia, podían ser adquiridas a bajo precio.
Destaca especialmente la iglesia diseñada por Antoni Gaudí, de quien Güell fue el principal mecenas y un buen amigo. Empezó a proyectarse en 1898, pero solo se construyó la cripta, ya que a la muerte del empresario en 1918 sus hijos abandonaron un proyecto en el que se asientan muchas de las bases estructurales de la Sagrada Familia de Barcelona.
La Colonia Güell fue durante 29 años un laboratorio de ensayos en el que Gaudí pudo experimentar en un ambiente tranquilo y con un excelente equipo de colaboradores. El «arquitecto de Dios» incorporó de forma unitaria a la iglesia la mayoría de sus innovaciones arquitectónicas. Se inspiró en las formas orgánicas de la naturaleza y la fusión del edificio con el entorno boscoso es total. Las columnas del pórtico de entrada parecen una extensión del cercano pinar por su textura y también porque cada columna es distinta de las demás, al igual que los árboles lo son en la naturaleza. Lo mismo ocurre con las columnas de basalto del interior, que parecen pilares naturales de una gruta natural.
Todos los ventanales están protegidos con rejas de malla hexagonal realizadas con ejes de máquinas de hilar. Con ello se evoca una vinculación profunda entre la oración, el sacrificio de la misa y el trabajo cotidiano.
La estructura tiene un sentido simbólico religioso de ascensión como una elevación de la muerte a la vida. Según la idea original de Gaudí, la cripta habría estado dedicada a la tumba de Jesús y la iglesia superior al Calvario. El interior de aquella pretendía ser un espacio evocador del Santo Sepulcro. Y en efecto, parece más una gruta natural que una construcción humana; este efecto lo consigue al disponer colores y texturas y generar prodigiosos efectos de iluminación.
La cripta fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005.