Queridos Reyes Magos: cinco regalos

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Marko Rupnik, La adoración de los Magos, (2013) Capilla del Santísimo, Catedral de la Almudena (Madrid)
Marko Rupnik, La adoración de los Magos, (2013) Capilla del Santísimo, Catedral de la Almudena (Madrid)

Queridos Reyes Magos:

Ahora que habéis entregado los regalos a todos los niños (y una vez pasados los plazos de reclamaciones) quiero escribiros una carta… ¡en nombre de todos los adultos! Os hemos contemplado en el evangelio de la Navidad y queremos ser como vosotros. Los niños nos advierten que hay que ser concisos; por ello para este año 2022 os pedimos cinco regalos:

1) Unas gafas como las vuestras. Os pedimos las gafas de la fe. Que nos permitan ver estrellas donde otros solo ven las luces de siempre. Que nos hagan estar atentos a los signos que Dios nos envía. Que no se empañen cuando otros digan: «no mires arriba». No solo visteis el astro, supisteis que era la estrella del Rey de los judíos que ha nacido. Por ello sois prototipos y modelos para nosotros de la síntesis entre fe y cultura.

2) Unas zapatillas de andar como las vuestras. Vosotros os pusisteis en camino. Seguro que otros muchos vieron la estrella, y reconocieron en ella algo especial…, pero prefirieron quedarse con sus pantuflas de estar en casa. Queremos unas zapatillas que nos pongan en Movimiento, con unas plantillas tales que nos muevan a seguir cuando arrecien las dificultades del camino, cuando se eclipse la estrella y cuando nos crucemos acaso con quienes vuelvan desencantados de su aventura.

3) Un traductor como el vuestro (antes habríamos dicho un diccionario, pero los tiempos cambian, y hoy traéis —«echáis» dicen los niños— apps de traducción más funcionales). Vosotros veníais de Oriente, no sabíais ni hebreo ni arameo, pero os hicisteis entender por el rey Herodes y por los sumos sacerdotes y escribas del país. También nosotros queremos tener boca y oídos capaces de comunicarse con personas de toda cultura y condición, para guiarlos a donde está el Rey de los judíos.

4) Unas rodilleras como las vuestras. Para caer de rodillas como vosotros al ver al niño con María, su Madre, y adorarle. Unas rodilleras integrales para que todo nuestro ser se postre y adore a Dios hecho niño.

5) Oro, incienso y mirra, como los vuestros. Es decir, no para quedarnos con ellos, sino para regalárselos al niño… Como ha dicho el papa Francisco (6.1.2020): «es traer oro al Señor, para decirle que nada es más precioso que Él; es ofrecerle incienso, para decirle que solo con Él puede elevarse nuestra vida; es presentarle mirra, con la que se ungían los cuerpos heridos y destrozados, para pedirle a Jesús que socorra a nuestro prójimo que está marginado y sufriendo, porque allí está Él».

En realidad, queridos Reyes Magos, con estos cinco regalos os pedimos unos ojos, pies, boca y oídos, rodillas y manos como los vuestros, que nos pongan en Movimiento y nos lleven a pregonar con nuestras vidas la simbiosis fe-cultura por los caminos del mundo.

Vosotros os llenasteis de inmensa alegría al ver la estrella pararse encima de donde estaba el niño. Viviendo así nos alcanzaréis un corazón inmensamente alegre, como el vuestro, como el de los niños.

Dadnos vuestros cinco regalos: para que se los demos a otros muchos, les contagiemos de vuestra-nuestra aventura y les guiemos a Belén… Y para que avivemos la adoración, de modo que, en adelante, nuestras vidas, vuelvan por otro camino, por rutas inexploradas de unión íntima con el niño y su madre… queridos Reyes Magos.

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